Novedades en Comunicación No Verbal II: Emojis, Tik-Tok, Olor y Empatía
Descubrimientos de Julio 2023
Te compartiré cuatro descubrimientos del mes de julio del 2023 en el campo de la Comunicación No Verbal.
1) Somos Expertos en Emojis
En el mundo digital de hoy, la comunicación escrita puede llevar a malas interpretaciones. La ausencia de señales no verbales, como el tono de voz o una sonrisa amigable, puede hacer que un mensaje se perciba de manera diferente a la intención original del remitente. Sin embargo, existe una herramienta poderosa y globalmente aceptada que nos permite calificar, matizar y complementar el significado de nuestras palabras: los emojis.
Los emojis, creados por el diseñador Shigetaka Kurita en 1999, han transformado nuestras interacciones digitales cotidianas. Estos pequeños iconos coloridos desempeñan un papel crucial al reemplazar la comunicación no verbal que ocurre naturalmente en nuestras conversaciones cara a cara. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Milán demostró que los emojis pueden tener un impacto significativo en la interpretación emocional de los mensajes.
En el estudio, dos grupos de participantes de edades comprendidas entre 18 y 35 años fueron expuestos a una serie de palabras e imágenes que representaban emociones básicas como el enojo o la tristeza. El primer grupo tenía que identificar las expresiones faciales correspondientes a estas emociones a partir de una secuencia de fotografías de rostros humanos, mientras que el segundo grupo debía encontrar el emoji que mejor representara cada emoción.
El primer resultado importante es que el grupo más preciso fue el expuesto a los emojis con un 92.7% de acierto (el otro grupo acertó solamente el 82.43%). El segundo descubrimiento valioso aquí es que la velocidad de respuesta en promedio era más rápida con los emojis (73 milisegundos) en comparación con rostros humanos.
Parece que es más fácil reconocer el significado emocional del emoji que el de una cara humana y este estudio valida a los anteriores que apuntan en la misma dirección.
Tercero, en ambos grupos, con emojis y con caras, la emoción de alegría fue la más rápidamente identificada y con mayor precisión, mientras que, la emoción del temor fue la más complicada (estos resultados refuerzan estudios anteriores). Cuarto y último, una vez más fueron las mujeres quienes demostraron una ligera superioridad en su capacidad para dar con las respuestas correctas superando a los hombres.
Entonces, ¿por qué los emojis son tan efectivos en la comunicación emocional? Los investigadores argumentan que estos pequeños íconos reducen la ambigüedad de la señal. Al carecer de detalles realistas y mantener una apariencia visualmente simple, los emojis destilan los atributos menos relevantes y confusos de las expresiones, enfocándose en los aspectos visuales dominantes que se intentan comunicar.
En resumen, los emojis se han convertido en una herramienta poderosa para mejorar nuestra comunicación no verbal en textos. Al usarlos de manera consciente, podemos enriquecer y aclarar nuestras intenciones, evitando malentendidos y fortaleciendo nuestras conexiones digitales. Así que la próxima vez que quieras transmitir una emoción o matizar tus palabras, usa los emojis.
Observación personal: considero que en el estudio se encodificaron incorrectamente las expresiones faciales en rostros humanos, especialmente las de temor.
2) Tu olor revela tu sexo
En nuestra vida diaria, el sentido del olfato suele pasar desapercibido y ser poco apreciado. A menudo se ve abrumado por los desagradables olores urbanos o la invasión de perfumes comerciales. A pesar de que los humanos tienen capacidades olfativas limitadas en comparación con otros mamíferos, este sentido alberga numerosos secretos que aún esperan ser descubiertos. ¿Podría ser que los olores oculten un mundo de información intrigante?
¿Recuerdas la última vez que oliste tu mano? Probablemente no te planteaste qué revelaría ese olor característico. Sin embargo, cada persona tiene su propio “perfil” de olores, una mezcla única que se compone de tres componentes distintos: primario, secundario y terciario. Por ejemplo, los olores primarios varían según la diversidad de la microbiota y, especialmente, debido al complejo mayor de histocompatibilidad, que está influenciado por nuestros genes. Los secundarios son el resultado de las excreciones de la dermis a través de las glándulas (sebáceas, apocrinas y ecrinas). En cambio, las variaciones olfativas relacionadas con compuestos externos como cosméticos y perfumes se conocen como olores terciarios.
Un innovador estudio realizado por un grupo de investigadores reclutó a 60 personas (30 mujeres) para poner a prueba un nuevo método de análisis de muestras de olor de las manos. Cada participante mantuvo una esterilizada gasa 100% algodón apretado en cada palma de ambas manos durante 10 minutos (sí, es un tiempo considerable y, evidentemente, poco práctico). Luego, se recogieron las muestras en pequeños frascos y se llevó a cabo un análisis estadístico de los perfiles de olor. ¡Sorpresa! El resultado fue asombroso: lograron reconocer con un 96.67% de precisión el sexo de la persona solamente a partir del olor.
En otras palabras, identificaron casi perfectamente el sexo biológico de un individuo exclusivamente utilizando su olor impregnado en una gasa.
Este novedoso método podría ser valioso en investigaciones criminales, especialmente cuando no se dispone de ADN u otras evidencias forenses. Siguiendo el principio de Intercambio de Locard, que afirma algo así como que el perpetrador de un crimen siempre deja un rastro en la escena del delito, ciertos residuos de la capa exterior de la piel podrían quedar disponibles para su análisis con esta metodología. El alto nivel de acierto en las predicciones parece prometedor.
Aunque de momento solo distinga entre sexos no sabemos que nos depara el futuro. Téngase en cuenta que todavía es excesivamente largo el tiempo de recolección de la muestra – 10 minutos – y que con tan solo 60 participantes del estudio este fenómeno debe seguir estudiándose. Imagina qué otros secretos podría desvelar esta fascinante línea de investigación en el futuro. ¿Tu qué piensas?
3) Cuidando con lo que miras en Tik-Tok
De entre todos los modos en que los seres humanos comunican a diario, la apariencia es la modalidad de comunicación que habitualmente se recibe primero y de manera inmediata. Al scrollear por los reels de Instagram o los videos de Tik-Tok, es inevitable reaccionar, aunque sea inconscientemente, ante la apariencia física de otras personas. ¿Crees que lo que ves no te afecta?
Es de conocimiento popular que los estándares de belleza son diferentes para hombres y mujeres. Aunque ambos grupos tienen sus propios cuerpos aspiracionales, las expectativas son mayores para las mujeres. Otra forma de decirlo es que para las mujeres los costos de no cumplir con los cánones de belleza esperados son más elevados, aunque posiblemente los beneficios también sean de mayor magnitud en ciertos contextos (es una hipótesis; por ejemplo, en OnlyFans las 10 personas que más ingresos tienen son mujeres).
En un estudio publicado en la revista Body Image (imagen corporal) se investigó la relación entre el consumo de videos en Tik-Tok y el impacto emocional. Se reclutaron a 115 mujeres entre 17 y 25 años de Australia. Las dividieron en tres grupos, cada uno de los cuales se les mostró un compilado de videos con una duración total de siete minutos. El primer grupo vio videos de belleza, como tutoriales de maquillaje y rutinas de cuidado de la piel. El segundo grupo vio videos que promovían la autocompasión, mientras que el tercer grupo fue expuesto a videos neutrales, como destinos de viaje.
Mediante formularios completados antes y después de ver los videos, los investigadores pudieron medir el efecto directo de cada tipo de contenido. Sorprendentemente, aunque la exposición a los videos fue relativamente breve, se encontraron diferencias significativas entre los grupos. El grupo de mujeres expuestas a videos de belleza, protagonizados además por mujeres estéticamente atractivas, reportó sentir más vergüenza y ansiedad por su apariencia, además de experimentar un ánimo más negativo y menos autocompasión. Auch.
Estos resultados son especialmente importantes dado que las mujeres de entre 18 y 24 años son la demografía más popular en Tik-Tok. La evidencia de este estudio, así como de otros similares, sugiere que el consumo de contenido enfocado en la apariencia puede generar preocupaciones sobre la imagen corporal, ansiedad por la apariencia y comparaciones constantes con otras mujeres.
Es imporante notar que una preocupación excesiva por la apariencia puede inducir afectos y pensamientos negativos que afectan la percepción de una misma y la forma en que se comunica con los demás. Por ello, sería prudente monitorear la exposición diaria que se tiene ante estímulos que potencialmente menoscaban nuestra autoestima.
4) El contagio emocional: un fenómeno evolutivo intrigante
Uno de los fenómenos evolutivos más fascinantes es el contagio emocional. Como seres humanos, somos susceptibles a los estados emocionales de otros individuos. Así como podemos contagiarnos el bostezo de alguien más, también podemos sentir la emoción que nos transmite el protagonista de una película. Aunque este mecanismo de transferencia de afectos opera principalmente de forma inconsciente, influye en nuestra vida diaria ¿No te gustaría conocer más sobre este tema?
Un grupo de investigadores en Canadá se propuso responder a una pregunta compleja: ¿Cuán vulnerables somos al contagio emocional? Parece evidente que cada persona tiene su propia sensibilidad a las emociones ajenas, algunos siendo más permeables y otros menos. Hasta ahora, solo se contaba con métodos subjetivos, muy dependientes de las capacidades reflexivas y conscientes de las personas.
El instrumento más utilizado es la “Escala de Contagio Emocional” (ECM), un formulario que se auto-completa. Sin embargo, en este caso, los investigadores propusieron un enfoque más “objetivo”: medir la expresión facial a través de la visión por computadora. Es decir, mediante filmaciones de los movimientos faciales captados por una cámara, se cuantificaron y calificaron dichas acciones del rostro con un software automática.
Para el estudio se contó con la participación de 56 participantes. Cada uno de ellos completó una serie de formularios como el índice de Reactividad Interpersonal y la ECM. Además, se registró el movimiento facial de los participantes con el software comercial FACET mientras miraban una serie de clips diseñados específicamente para estimular emociones. ¿Qué encontraron?
Hicieron un intrigante descubrimiento. La reactividad facial se relacionó significativamente con el “distress” personal, la preocupación empática y los síntomas depresivos. Concretamente, se observó que cuanto mayor era la puntuación en la sintomatología depresiva, mayor era la reactividad facial de enojo ante los videos de enojo, y menor era la expresión neutral al ver videos neutrales.
Poniéndolo en otros términos, la reacción facial ante estímulos emocionales puede revelar la propensión a contagiarse de dicha emoción (enojo) o a que se prolonguen en el tiempo (expresión no neutral ante estímulo neutral). Tal contagio podría ser desadaptativo en el sentido de que en este caso se asoció a sintomatología depresiva.
Las implicaciones de este estudio son dobles: por un lado, los investigadores pueden considerar estos softwares de “reconocimiento” automático como una ventana al contagio emocional (aunque discrepo parcialmente con esta afirmación); y por otro lado, para todos nosotros, ser conscientes de cuándo nos contagiamos emocionalmente de otros nos puede ayudar a regular más adecuadamente nuestros propios afectos.
Observación personal: Creo que el método propuesto en el estudio parte de una presuposición ligeramente errónea, ya que asume que las reacciones faciales de los participantes son exclusivamente de emociones (más sobre esta problemática en este artículo del blog). Es decir, se parte de la idea de que “los movimientos faciales serán de emoción en respuesta a estímulos emocionales“. Aunque el estudio tuviera la intención de crear una medida objetiva del contagio emocional, considero que, en última instancia, la afirmación más precisa es que se han medido los movimientos faciales en respuesta a estímulos emocionales.
Reflexiones
- Los emojis son el ejemplo más claro de cómo se ven los estereotipos de la expresión facial de emociones. Hasta cierto punto, los 3019 emojis disponibles al momento de escribir este artículo, se están convirtiendo en un lenguaje mundial.
- La información disponible a los sentidos como el olfato y el oído aún resta por desentrañarse científicamente, puesto que el foco ha sido primero y ante todo visual.
- La apariencia importa: de una u otra forma nos afecta y lo que vemos en las redes condiciona la forma en que valoramos nuestra propia apariencia física más de lo que somos conscientes.
- Reaccionamos facialmente sin darnos cuenta y esto podría traernos malestares emocionales si descuidamos nuestras reacciones faciales.
Bibliografía:
Dalle Nogare, L., & Proverbio, A. M. (2023). Emojis vs. facial expressions: An electrical neuroimaging study on perceptual recognition. Social Neuroscience, 18(1), 46-64.
Frazier, C. J., Gokool, V. A., Holness, H. K., Mills, D. K., & Furton, K. G. (2023). Multivariate regression modelling for gender prediction using volatile organic compounds from hand odor profiles via HS-SPME-GC-MS. Plos one, 18(7), e0286452.
Plusquellec, P., Smart, K., & Denault, V. (2023). Facial Reactivity to Emotional Stimuli is Related to Empathic Concern, Empathic Distress, and Depressive Symptoms in Social Work Students. Psychological Reports, 00332941231181027.
Seekis, V., & Kennedy, R. (2023). The impact of# beauty and# self-compassion tiktok videos on young women’s appearance shame and anxiety, self-compassion, mood, and comparison processes. Body Image, 45, 117-125.
Para conocer más sobre la Comunicación No Verbal:
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